En la lectura de la Octava Entrevista se observó como la entrevistada a lo largo de la misma pasa por quiebre micros a macros.
El primer quiebre observado fue la decepción al ingresar a laborar en la educación superior pensando encontrarse otro tipo de ambiente, un ambiente mas organizado, mas intelectual, mas idealista, y encontró mas de lo mismo. Menciona una realidad en extremo separada de la utopía se cree un ambiente universitario. Es un ambiente autócrata, sin principios, ni planificación, sin ideales, con grandes contradicciones de mensajes ideológicos.
Luego existe un quiebre por la decepción que siente por el proyecto ideológico que se quiere implantar en la nación. Manifiesta la contradicción del discurso de los líderes políticos. Como somos una sociedad que a pesar de querer un cambio ideológico, cultural, económico, distinto a lo que ya hemos vivido seguimos con los mismos paradigmas del consumo, discriminación, racismo, clasismo, entre otros.
Habla sobre la decepción de ver como el sistema de educación superior, forjadores de profesionales a integrarse a la sociedad se maneja como un ministerio, con amiguismos, sin respeto a los profesores y sus credenciales, sin motivación a la participación de los estudiantes en el día a día de la institución, en fin no podemos esperar que la sociedad sea ideal si en el sitio donde se forman las personas desde un punto de vista profesional es tan decadente y deplorable, y esto arroja una interrogante ¿Qué se puede esperar de educación básica y media?.
Un panorama nada positivo, pero no se malinterprete no es solo la educación privada, triste y peor aún las universidades e instituciones de educación privada son iguales, inculcando desde pequeños la necesidad de tener mucho dinero y ser bellos para ser aceptados sin importar nuestra esencia como seres humanos y nuestro intelecto como profesionales.
“La revolución no se lleva en la boca para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella”
Ernesto “Che” Guevara
El primer quiebre observado fue la decepción al ingresar a laborar en la educación superior pensando encontrarse otro tipo de ambiente, un ambiente mas organizado, mas intelectual, mas idealista, y encontró mas de lo mismo. Menciona una realidad en extremo separada de la utopía se cree un ambiente universitario. Es un ambiente autócrata, sin principios, ni planificación, sin ideales, con grandes contradicciones de mensajes ideológicos.
Luego existe un quiebre por la decepción que siente por el proyecto ideológico que se quiere implantar en la nación. Manifiesta la contradicción del discurso de los líderes políticos. Como somos una sociedad que a pesar de querer un cambio ideológico, cultural, económico, distinto a lo que ya hemos vivido seguimos con los mismos paradigmas del consumo, discriminación, racismo, clasismo, entre otros.
Habla sobre la decepción de ver como el sistema de educación superior, forjadores de profesionales a integrarse a la sociedad se maneja como un ministerio, con amiguismos, sin respeto a los profesores y sus credenciales, sin motivación a la participación de los estudiantes en el día a día de la institución, en fin no podemos esperar que la sociedad sea ideal si en el sitio donde se forman las personas desde un punto de vista profesional es tan decadente y deplorable, y esto arroja una interrogante ¿Qué se puede esperar de educación básica y media?.
Un panorama nada positivo, pero no se malinterprete no es solo la educación privada, triste y peor aún las universidades e instituciones de educación privada son iguales, inculcando desde pequeños la necesidad de tener mucho dinero y ser bellos para ser aceptados sin importar nuestra esencia como seres humanos y nuestro intelecto como profesionales.
“La revolución no se lleva en la boca para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella”
Ernesto “Che” Guevara
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